Efimera virtud donde las haya. Es que no basta con vivir libre de todo pecado, ni siquiera un pacto con el diablo podrá prorrogar su estacia. Se va, como el tiempo, sin avisar.
Y es que ser joven es lo que tiene, que los objetos de atracción no solo viven arriba, están en todas partes. Hay tantas formas de ser embaucado. No culpemos a la inocencia de una mente incorrupta, ni a la inexperiencia de una corta trayectoria. Es el placer de romper las reglas, el deleite de ceder al vicio. No nos engañemos todos soñamos con perder el control.
Tentaciones. Se cruzan en nuestro camino pidiendonos que sucumbamos y no importa si descubrimos su mascara o no, tarde o temprano la perversidad se hace tangible. Ya sea en forma de dosis inapropiadas de alcohol , de una noche de barra de bar un dia cualquiera, llamadas nocturas a una ex, deslizar las manos donde por donde nunca debieron posarse y un sin fin de pecados que arrugan el rostro, y añaden expresiones alejandonos de lo que otro dia fue jovial.
Y no se me ocurre una mejor forma de acabar que citando a
... y asi cedemos a la tentacion sabiendo siempre que por la mañana tendremos que pagar las consecuencias.
Moraleja: Oscar Wilde sería un genio pero aun creando a Dorian Gray no fue capaz de llevarlo a la práctica. Por todos es sabido que jovenes no seremos eternamente, así que si me permiten un consejo: pecad, malditos, pecad.
2 comentarios:
a pecar se ha dicho!
En ello estamos Josean, en ello estamos...:P
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