domingo, 25 de octubre de 2009

Y decirte alguna estupidez, por ejemplo te quiero. (Parte 1)

Tranquilos. Pueden volver a respirar con normalidad, no voy a hablar de amor, ni derivados. Pueden volver a sus asiestos aquellos amantes del melodrama ajeno y desastres varios. Lo que si podreis encontrar aquí son estupideces, montones. De esas que te hacen sentir incomodo, de esas que se repiten en tu cabeza haciendote sentir más estupido que la primera vez, de esas que te dejan cara de Richard Gere en "Novia a la fuga".
Cual Moises en el Sinai, aquí os entrego este decálogo. Vale que no se abrir mares, aunque no se me da nada mal vaciar recipientes con contenidos liquidos. No es mi intención crearos falsas expectativas de eso ya se encargan vuestras madres. Si, lo siento, no sois tan guap@s como ellas dicen. Así que no os mentiré estas no son las tablas de la ley. Carecen de legalidad aquí y en Mordor, e incluso su utilidad es cuestionable. Así que solo divertiros y admitid que sois humanos con todas sus consecuencias.
He aquí los 10 situaciones me hacen sentir más estupido que de costumbre:


1. Me confieso enemigo natural de las esperas, colas y demás formas de perder tiempo y como tal cuando ocasionalmente cedo y sucumbo al encanto de esperar un bus o hacer cola en una oficina, solo hay una cosa que puede estropear ese magnifico acontecimiento: que la funcionaria con cara de gilipollas te diga "Si lo que quiere es renovarlo tendrá que ir a la oficina que hay en la tercera planta". Hija de puta. Regla: Cuando esperes asegurate que esperas para lo que quieres

2.Vale que cuidarse esta muy bien, yo el primero. Pero amantes de los comesticos, gimnasios y comida saludable, tengo una pregunta para ustedes ¿Porqué si os asegurais tanto de engañar al tiempo no os rodeais de gente igual? Tanto desfase generacional no puede acabar bien y a la pregunta de "¿Es este tu padre?", la señorita responde "No. Es mi marido". Tierra tragame. Regla: No des por seguro algo que no sabes. Desde que se inventó el preguntar...

3. No fue esto lo que me impulso a ser ingeniero pero puedo asegurar que haré lo que esté en mi mano. Jodidos sistemas de seguridad. Nunca llegaré a entender que clase de lumbreras diseña esas alarmas que pintan ante cualquier gilipollez comprada en la tienda de al lado. No, no estoy robando nada. Y ahi te ves con cara de imbecil esperando a que la dependienta con voz de quinceañera te registre mientras la gente te mira y juzga si tu cara es la de alguien inocente. Ilusos. Regla:No puedes luchar contra la fuerza de la tecnologia, pero Natularidad y Seguridad son buenos aliados en estas situaciones.

4. Este si puedo afirma que fue el motivo que me hizo adorarla más que Apolo a Dafne: I love Visa. De tonto no, lo siguiente. Esa es la cara que se te queda cuando la cuenta supera de alguna forma el fondo económico de tu cartera. Suerte de ti, si no estás en medio de una cita y tienes que pedirle a la afortunada que te socorra. Bueno siempre puedes tirar de agenda y encontrar alguien que te deba un favor. Por mucho que pese tu cartera, por interesante que sea la conversación o hermosa la compañia nunca saques de tu cabeza la cuenta. Suma.

5. Por ultimo y no por eso menos embarazosa está aquella situación provocada por nuestras mentiras. Y es que ese tipo de cosas hay que dejarselas a los profesionales, porque luego ocurre lo inevitable, encontrarte con alguien a quien dijiste que no podias salir. Ahi es ná. Metropolis de los cojones, en mi pueblo es más fácil esconderse. Entre tu cara, el balbuceo y las torpes excusas que se te ocurren quedas como un imbecil integral en grado de tentativa. Regla: Si desobedeciendo mi consejo decides deliquir mintiendo, saber cual es su plan puede evitarte encontronazos fortuitos


Moraleja: El abajo firmante, tras haber probado una y mil veces todas y cada una de ellas concluye diciendo si bien no son evitables espero que os sirva para salir medianamente airosos. Si no I'm sorry.

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