I Confess: No soy diferente a vosotros. También me rio cuando la silla se cierra y bebo tequila porque
Principios. Todo una declaración de intenciones. No anteponemos a nuestras decisiones y movimientos al más puro estilo Minority Report, sentenciando cual será nuestra elección llegado el momento.
¿Cómo reconocemos a una persona de principios? No son seguidores del cine Indie, ni lectores de Fernando Savater, ni siquiera reciclan. Es más facil, a la autentica persona de principios podemos reconocerla haciendo lo que mejor sabe: renunciar a ellos. Par ser un hombre de principios solo tienes que renunciar a los mismos segundos después de exponerlos al público.
Y yo como no, como buen elemento de esta categoria pues no soy menos. Obvio. Y me ves esperando a que la camarera con desparpajo se haga amiga mia en cualquier red social (quien me ha visto y quien me ve). Calentando la cabeza del primero que se pare en una barra con teoría y tonterias sobre pasado y futuro (Sorry). Y como no, flirteando en el gimnasio. Tocado y hundido.
Moraleja: ¿Qué ocurre cuando traicionas todos y cada uno de ellos? Nada. Todo está inventado. Se reeditan o como mucho si no tienen arreglo se establecen nuevos. En cuanto a mi, bueno por una vez y sin que sirva de precendente llevo a cabo lo que pienso y hago caso del maestro: cuantas menos declaraciones de intenciones hagas menos estupido parecerás cuando mires atrás. I believe in Quentin.
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