martes, 23 de noviembre de 2010

Diamantes para la eternidad

Desde aqui, desde esta posicion privilegiada del mundo los amaneceres tienen otro color. Cada dia puedo ver unicamente el cielo gris a punto de romper a llover. Un cielo que invita a esperar de nuevo, a sentarse a mirar. En definitiva, a volver a creer en la humanidad.
Como la vida misma. En el suelo, mas abajo, mas cerca. Lejos de alboradas apocalipticas, donde las pieles se erizan y el pulso tiembla. Aqui siempre vemos la lluvia venir de arriba y la gente venir de frente. Y aun asi nos sorpredemos. Supongo que por eso seguimos creyendo.





Son esos vinculos. Conexiones tan inesperadas, tan bienvenidas. Seria dificil decir como o cuando paso. La cuestion es que paso. Y como una tormenta un dia nublado, tus plegarias fueron atendidas. Es la sensacion de contacto.
No es momento de hacerse preguntas, no importa que nos une, no importa que nos separa. Aqui tienes por fin tu respuesta, sin necesidad de catarsis.
Ya no tendras que volver a sentarte a esperar.
¿Y que hago cuando esto ocurre? Bueno, yo simplemente, recupero el pulso y disfruto porque hallazgos asi no me ocurren todos los dias.

ESCUCHAR

Felicidades

jueves, 11 de noviembre de 2010

Cosas que hacen que la vida valga la pena

"Sabes, no soporto la gente como tu. Ahora lo voy entendiendo, tu eres de ese tipo de tias que busca que les hagan daño. De esas que necesita de forma impetuosa que las destrozen, que las jodan, porque es la unica forma en que se sienten vivas. Solo eso le hace sentir algo. Por eso buscas entre la multitud al mayor gilipollas que seas capaz de localizar."
Aun recuerdo la ultima vez que repeti esto que yo yamo "el parrafazo", y es una pena pero alguien tiene que decirselo. Y es que señores existen otras maneras. Formas mucho mas agradables de sentirse humano.
Caminas, puedes sentirlo, el contacto con el suelo. Eres tu, un dia mas, en las misma calle, la misma hora, sabes donde vas y no sabes muy bien porque, pero ese sitio te gusta. ¿Conoces esa sensacion?



ESCUCHAR

Entonces un dia por fin delante de tus narices la respuesta. Te sorprendes a ti mismo buscando. Mientras montones de niños corretean a tu alrededor, mantienes el equilibrio y siges buscando. Y sonries. Da igual el resultado de la busqueda, el simple hecho de buscar te hace sonreir.
Y algunos dias, de forma eventual y sin que se convierta en un habito, ahi esta. No sabes su nombre, ni que hace exactamente ahi, no sabes nada. No importa ese dia ya es perfecto. Una sonrisa imborrable. Nada podra joder ese dia. Sonrie.