viernes, 5 de febrero de 2010

Amanece que no es poco

Un día te despiertas. Ni muy tarde, ni muy temprano. Ni muy fresco, ni muy cansado. No es que sea un día especial, pero tampoco es uno normal. No es el día, no eres tu, pero hay algo en el aire, se puede respirar, algo es distinto.



Dias extraños. Y tú, gran amigo de los cambios, fijas tu atencion en todo lo que te rodea. Atento como nunca, expectante, mucho más que cualquier otro día. No vaya ser que no veas la señal y toda esa tonteria del aura especial se vaya a la mierda. Y es que no debe ser menos, si quieres que no pase inadvertida.
Hora tras hora, buscas tu imagen gratuita en el reflejo de cualquier escaparate, hoy estás mejor que nunca, puedes sentirlo. Buscas la respuesta en los ojos de alguien, esperando poder leer: Qu'est-ce que c'est cette vision! Si a tus muchas cualidades puedes sumarle la vanidad, entonces tranquilo podrás leer el deseo en los ojos de todas las afortunadas que en tu camino se crucen.
Mientras para los locales, los de aquí abajo en la tierra, la señal no llega, pero no importa porque sin duda este día está siendo la hostia. "Y podemos forzar una sonrisa sabiendo que nuestra ambición supero en mucho a nuestro talento".


ESCUCHAR