Abres los ojos. A la hora de siempre, con el mismo frio que ayer. Ese colchón sigue destrozando cada hueso de tu cuerpo. No. No vuelvas a cerrarlos. No cuentes hasta tres. Sigue sin dormir contigo.
Aquí tienes mi regalo, dijo la naturaleza. Un nuevo día. Una hoja en blanco. Muevete. Y es que no basta con rezar. Fee y acción. Me rio yo del sino y demás escrituras ancentrales. Estas lineas las escribo yo.
Estarán llenas de faltas de ortografía, llenas de tachones o tonterias al más puro estilo teen. Pero bueno la saga Crepusculo con poco más se convirtió en best-seller.
Libre albedrio, lo llaman. Es la lucha por ganar la partida, por ser ese cool rider con el que tu sueñas, y reir, y bailar. Y en definitiva cerrar los ojos esta noche de nuevo sabiendo que di en las teclas que queria dar. Despacio. Sin prisa.
Moraleja: Si hace tiempo que mandaste el destino a Utrera (ese es mio), solo un consejo: Hay que rezar remando a la orilla.
jueves, 10 de diciembre de 2009
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