domingo, 8 de noviembre de 2009

Adivina quien viene esta noche

Supongo que si hay algo que nos mantiene en la brecha es la incertidumbre. El dormir o intentarlo sin saber muy bien que ocurrirá. Nos hace estar expectantes, nos hace no perder la concentración porque esa intriga es la que sostiene a los personajes de esta historia: es la capacidad de sorprenderse.
Sorpresas. Siempre he oido por ahi que la experiencia no solo destroza tu imaginación y tu jovial tez, también jode cualquier posibilidad o esperanza de sorprenderse. Jodidos conductistas menospreciando constantemente el poder de la mente. Que sean menos agradables no significa que desaparezca de nuestra vida.
Atrás quedan los regalos cuando vuelven de viaje, las cartas de amigos de campamentos, y los examenes cuando la clase se alborota, pero tranquilos amigos de lo imprevisto, que la Gemio prefiera la radio no significa que se terminen las sorpresas. Al contrario no han hecho más que empezar.



Sed bienvenidos. Os doy la bienvenida al mundo en el despues de 4 años trabaja debajo de casa, ese tema si que entraba en el examen y los regalos no siempre son de tu agrado. Aun así no sufrais, disfrutad de las agradables y aprended a reiros de las que no lo son tanto, al fin y al cabo que sería de este cuento sin el gusanillo de lo imprevisible.

Moraleja: Con esto de sorprender solo tiene uno que tener una cosa en cuenta. Asegurarse de no ser el sorprendido cuando pretendias ser el artifice de la misma. Y es que yo siempre lo he dicho: la mejor de las noticias llega en el más inesperado de los momentos.

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