jueves, 4 de junio de 2009

Dia 11: El crepúsculo de los dioses

Hay muchas cosas necesarias, ¡que digo necesarias!, imprescindibles en la vida. Y no se, si es el hecho de que nuestra vida sin eso no tendría sentido, o la sensación de desasosiego que nos provoca su ausencia lo que las vuelve especialmente importantes.
Si Dalí, Lewis Carrol o Freud las necesitaron para convertirse en los genios que hoy son. Perdonenme amig@s, evidentemente no soy un genio y tampoco esto cerca de conseguirlo aunque pueda a veces parecer menos cuerdo que los anteriores juntos, pero no me resisto a la tentación. Yo también quiero una.
Musas. Nereidas, ninfas y demás criaturas celestiales que inspiran belleza y arte por donde pasan. ¿Quíen a lo largo de su vida no a tenido una? No es necesario que posean la belleza de Afrodita, ni siquiera una relación peligrosa y enfermiza como Dalí y Gala. Es mucho más fácil.
La camarera del bar de abajo, la dependienta de la tienda con el nombre que no sabes pronunciar, a quién que ves todos los dias esperando el 4. La vida está llena de ellas.
Nunca fui demasiado bueno dando consejos, pero hay cosas que son verdades universales y llegados a ese punto, me tiro al barro. No te engañes, nunca os conocereis, nunca sabrás más que su nombre y no, no te mira a ti, mira al gilipollas recien salido del gimnasio que se empeña en comprar la "S".
Y si algún día desobedeciendo las palabras de este sabio que escribe, se alinean los planetas, la tierra comienza a rodar al revés y sus labios se mueven para algo más que para sonreir, emitiendo algún tipo de sonido, que tú, aún paralizado por el asombro, entiendes como palabra entonces amigo, solo entonces, descubriras que el Olimpo está más cerca de la Tierra de lo que pensabas.

Moraleja: Las Musas están para ser adoradas. Así lo creía Gloria Swanson y así lo creo yo. Y como Madrid me pilla de camino pues aprovecho para hacer otra reflexión. Gloria Swanson quizás no lo dijo, pero estoy seguro que lo pensaba cuando bajaba por las escaleras: Lo importante es que hablen de ti, mal o bien, pero que hablen, asi que ¡gracias Jose!

P.D.:La cita es de Oscar Wilde, con mucha más clase sentenció: "Que hablen mal de uno es espantoso. Pero hay algo peor: que no hablen"

1 comentarios:

JM Morales dijo...

Encantado de hacerlo :D, y encantado de leerte!!!!

Publicar un comentario