Vale que hay cosas que fueron pensadas para hacerlas solo, y otras que solo, puedes hacerlas. Pero siempre fui de la vertiente que dice que todo es más divertido compartiendo. Bueno puestos a aburrirnos tengo que decir, que solo hay una cosa más aburrida que ir solo al gimnasio: ir de compras.
Lo bueno es que así puedo continuar con mi continuo proceso de observación y análisis de la especie. Así que, coche en parking, cartera en el bolsillo y a jugar.
Mira que creo que soy de los clientes más educados con los que se toparán. Nunca cogo nada a menos que crea que me puede gustar y en caso de estar equivocado intento que mi presencia en esa estanteria pase desapercibida. Pues nada chaval, ni por esas. No hay forma humana de que una chica de la platilla inditex te traiga algo que le pides. De hecho empiezo a pensar que no tienen muy claro donde está el almacén. Vamos yo creo que los hermanos Pevensie tardaron menos en ir a Narnia.
Otra cosa que me toca "el alma" de forma considerable, la gente que se para en seco en mitad de una apretadisima calle del centro para mirar un escaparate del que curiosamente nunca son clientas. Veáse, cuarentona en el escaparate de tienda joven. Lo siento preciosa, entiendo tu notalgia y demás sentimientos de antología, pero acabas de poner mi integridad física en peligro y por ahi no paso.
Pero sin duda, si existe un sujeto digno de destacatar en la jungla textil, son las novias.
Con la iglesia hemos topado, amigo Sancho. Entre sus muchas variantes nos encontramos:
- La novia-cadena. Cogida del brazo u otra extremidad con la fuerza propia de un titán. Priva al sujeto de cualquier grado de libertad. Tranquila chica no se va a ir, está más perdido en la tienda que Belén Esteban en una clase de Historia.
- La novia-orgullosa. Y direis orgullosa ¿De qué? Pues de su presa. O al menos es el único argumento que encuentro a que no pare de abrir el probador dejando al pobre hombre exhibiendo sus horas de gimnasio.
- La novia-espectáculo. Esta tiene una especialidad: montarla vaya por donde vaya. Esta ha nacido para el show business. Por eso cual animal televisivo, encuentra siempre un motivo para dejar al tranquilo acompañante en el mayor de los ridiculos. Lo mejor. Ella nunca tiene la culpa. Creo que lo llaman manía persecutoria.
Mientras, yo, en medio de todo este tinglado, no apto para singles, decido quien soy:
martes, 20 de abril de 2010
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