Casi 900km mas al norte y 14 días hacia el invierno, aún impresionado por los edificios infinitos, escaleras mecánicas que marcan tu camino y la insólita hospitalidad de la fría gran ciudad, creo que tengo una respuesta. No me da miedo caminar solo. No uso cámara de fotos.
Nada como unos metros de distancia para apreciar la perfección de lo que construiste durante toda tu vida. Nada como el tiempo para inmortalizarlo. Después de todo, algo tan perfecto no hay imperio que lo destruya.
Y ya que lo preguntaste, y dada tu curiosidad te responderé. ¿Sabes a lo que tengo miedo? Tengo miedo de dejar de levantar la vista cuando vea un edificio alto. Tengo miedo de no sonreír cuando alguien me ayude. Tengo miedo de no respirar profundamente para intentar recordar el olor de esta o cualquier otra ciudad. Tengo miedo de caminar lento. Volver a ver en el reloj las 3:00 a.m.
Y es que se respira tan bien desde la mediocridad.
2 comentarios:
Tienes miedo al bus del Prat :-)
No creas, ya lo dijiste tu: bien está lo que bien acaba. El resto de la jornada resto mucha importancia a las 52 paradas que pasé!
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